Gran Partido de Fútbol en la finca de Campañana
De gran acontecimiento podemos calificar el partido de fútbol del domingo día 4 del corriente mes de julio en la finca de Campañana. Hace dos años, don Juan Manuel Cuevas, Nel, natural de Trillayo, cronista de fútbol de El Diario Montañés, brindó la idea de un partido de balompié, combinación de jugadores consagrados de varios equipos nacionales para recreación de la afición de Liébana. Por falta de campo no cuajó en realidad la oferta.
Este año, Nando García puso su finca de Campañana a disposición de los organizadores del encuentro. A principios del mes de junio el amigo Nel hace una visita a Liébana, mira detenidamente el que va a ser gran estadio de fútbol y se acuerda seguir adelante. Lanza la idea desde su rincón periodístico de El Diario. Todo marcha como sobre ruedas. Llegada la fecha oportuna se envían operarios a Campañana para limpiar la hierba del prado, se hace acopio de varales, etc., y un carpintero y ayudantes ponen barandillas sobre el rio Deva para quitar el vértigo en el paso a los viandantes, levantan la tribuna, etc.
La gente, hay de todo como en botica, pregunta maliciosamente, y el dinero que se recaude ¿para qué es?. Contestación: Hasta este momento solo sabemos que habrá unos miles de pesetas de gastos, de ingresos es prematuro hablar, porque hay que contar con mil cosas que están en el aire, con los imponderables. Y sabemos que apenas hay nadie que arriesgue nada y cobran, por si acaso, hasta unas chinchetas que haya que comprar. La propaganda fue deficiente. No pudimos conseguir que nos publicasen apenas nada en los periódicos de la provincia, solo las pinceladas diarias de Nel y los carteles de propaganda bastaron para que, a pesar del agobio de los labradores en los trabajos de la recolección, se desplazara gran masa de gente para ver el partido.
El éxito fue rotundo, mezclado con la emoción de que cuando estaban apelotonados en la pasarela, alguien se detuvo y entre mucha gente apiñada y los jóvenes que se balanceaban, adiós puente. Todo mi gozo metido en un pozo. Lo que pudo ser motivo de un susto gordo, quedó convertido en un baño de ilusión, en el profundo remanso del rio Deva. Sólo es de lamentar que una señora dejó en el fondo del remanso su reloj y se llevara la corriente su cartera, una chica que perdió su chaqueta y un chico que resultó con un ligero rasguño... Los demás, que esperaban apiñados a la entrada del puente, corren a dar la vuelta por Tama o por Potes y entretanto muchos cruzan el río a "pata", o son trasportados a hombros por los que se dispusieron a hacer de San Cristóbal, pero más maliciosos que aquél, pues algunos de éstos, cuando iban con su cruz a cuestas, se encogían a placer para que los que iban a gusto en el machito se dieran un susto y un remojón de pies.
El juego desarrollado por los futbolistas, que desinteresadamente colaboraron a dar este buen día a la afición de Liébana, fue sencillamente excelente, viéndose buenas jugadas, como correspondía al plantel de ases allí reunidos.
Los equipos, a las órdenes del árbitro señor Agüero, formaron así:
Azules: Moncalean; Cobo I, Miera, Cobo II; Eloy, Berasategui; Castresana, Baños, Santillana, González y De Bran.
Blanquiazules: Javier; Yosu, Poo, Pila; Gento III, Díaz; Quinito, Odriozola, Rasines, Sebas y Carriazo.
Terminó el partido con empate a 2 goles. Marcaron por los azules Baños y De Bran y por los blanquiazules Rasines y Carriazo.
Terminado el partido, en el Hostal, se reunieron los banqueros Manolín Bulnes, de Tama, Chuchi, de Potes, y Llanas, de León, con los auxiliares Isaac Prieto, Santiago Guardo, Cesáreo Barriales y Dionisio Martín, para hacer el arqueo, resultando unos ingresos de 27.910 pesetas, que se llevó el amigo Llanas para depositarlas en el banco.
Por cierto que Paquito Wences no sólo facilitó el lugar de trabajo, sino que atentamente quiso contribuir a la obra y no cobró la consumición. Una cosa es de advertir, que se cobraban las entradas a 20 pesetas para los pequeños y a 40 para los mayores, pero llegó un momento que era tal la aglomeración que, para facilitar los cambios, determinaron cobrar a 25 y 50 pesetas. Había quienes protestaban, pero igualmente quienes aplaudieron la medida adoptada.
Merece destacar la buena voluntad de Oto y los chicos arriba mencionados de Potes, de Florencio Martín, de Baró y del sobrino de Nel, Luis Sánchez y su hijo Juan Manuel, que desinteresadamente prestaron su colaboración para marcar el campo, poner la porteria y las redes.
Si hablé al principio de la crónica de la tacañería de muchos, también es de alabar la generosidad y buena voluntad de otros. Algunos vimos que pasaron sin pagar, pero otros no pagaron porque no había cobradores en todos los accesos a la finca. A éstos, si son de buena voluntad, les decimos que duerman tranquilos, pero si quieren contribuir, que entreguen un donativo a Sandi, que recibe hasta mil pesetas para la Cáritas Comarcal.
Cuando tengamos datos completos, publicaremos una nota aclarando el destino de lo recaudado. "Luz de Liébana", que ha tomado parte importante en la organización del partido, agradece a los jugadores, árbitros, directivos, a Nel y a todos los que han intervenido en esta exhibición deportiva, su gesto de desplazarse hasta Liébana para propocionar un gran día a la afición
PEÑA CASTILLO
Luz de Liébana, nº 127 de fecha Julio de 1971 |