El valle de Bedoya en la prensa. Año 1980

Reseña de las noticias sobre Liébana y en particular sobre el valle de Bedoya generadas en el año 1.980, donde podemos ver, entre otras cosas, la ordenación de un sacerdote del valle (Pablo Gaipo), la inauguración de la carretera y la iglesia de Cobeña, la fiesta de San Pedro de Toja, etc. etc...

BUENA COSECHA DE MIEL EN LIEBANA

De extraordinaria podemos calificar la cosecha de miel en Liébana. Los insecticidas que se emplearon en años pasados en gran abundancia diezmaron los colmenares en toda la Comarca. Para poner un ejemplo, Vicente Vega, de Bedoya, que es hoy con el Sr. Cura de Bárago de los principales apicultores, propietario de más de medio centenar de colmenas modernas, se quedó sin ninguna;  pero dada su afición y considerando que las abejas eran sus esclavas que le proporcionaban bonitos ingresos, empezó la reposición del colmenar con los enjambres recogidos en los huecos de los árboles de los montes y con unas instalaciones último modelo, hoy día se aproxima al centenar de colmenas.

Luz de Liébana, nº 229, de fecha Enero de 1980

VAYA SUSTO PARA LOS POBRES JABALIES

La cuadrilla de Castor Gutiérrez, de Bedoya, la componen treinta cazadores y suelen agregarse en todas las monterías 5 o 6 escopetas.
En la primera cacería que les tocó en suertes, el monte Lusía, sierra de Tama, mataron un jabalín sin ninguna complicación, nada digno de mención. En la segunda montería les correspondió, entre otros montes, Bicobres Norte, en el Valle de Bedoya.

El día placentero, de sol radiante.... Al instante de situarse las escopetas en sus puestos se oyen los gruñidos y fuertes latidos de los suidos y las voces de los perros que han levantado las piezas. Como el monte, sito entre Cobeña y Salarzón es pequeño, pronto ven aparecer la piara de animales salvajes que han de atravesar una extensa pradería para poder internarse de nuevo en el bosque. Comienza el tiroteo, más de medio centenar de disparos se cruzan entre los cazadores y muchos a corta distancia de los cerdos salvajes. Pero quizás por el miedo de hacer blanco en alguno de sus compañeros o por el nerviosismo, el caso es que salieron todos corriendo como alma que lleva el diablo, eso sí, con pérdida de uno de ellos del hocico que se la cortó una bala.

Alguno  de los cazadores se quedó con el pesar de haber echado mano a uno de los bichos por una pata, tan cerca pasaron de él.

EN REALIDAD NO FUE  MALO DEL TODO EL DIA, porque vieron jabalines, que ya es un placer. No los mataron, pero les vieron correr y les brindaron una prórroga esperando que en la próxima cacería se calmen los nervios y haya mejor puntería.

Luz de Liébana, nº 229, de fecha Enero de 1980

EL DIA 22 DE ENERO FALLECIÓ EN BEDOYA D. BENIGNO VERDEJA

D. Benigno nació en Castro-Cillorigo el año 1906. Ordenado sacerdote, rigió las parroquias de Salarzón y Viñón durante varios años y últimamente durante 17 la parroquia de Bedoya.

Sacerdote celoso y estrechamente vinculado a la comunidad de Bedoya, una larga enfermedad con depresión nerviosa le hizo pasar sus ú1timos días apartado de sus actividades Apostólicas y recluido en su hogar. Su entierro constituyó una sentida manifestación de duelo, al que asistió gran cantidad de fieles del todo el Valle de Cillorigo y los sacerdotes de la comarca.

El día 6 de Febrero se celebró en la Parroquia de San Pedro el funeral. Presidió el Sr. Obispo D. Juan Antonio del Val la misa concelebrada en la que participaron todos los sacerdotes de Liébana con asistencia prácticamente de todos los fieles del Valle de Castro-Cillorigo. D.E.P.

Luz de Liébana, nº 230, de fecha Febrero de 1980

Matrimonios

En la capilla de La Barquera, de San Vicente, contrajeron matrimonio don Ángel Bores Cuadriello, de Trillayo, con la señorita María Paz Sánchez Conde, de la Hermida. Actuó de preste en la ceremonia el arcipreste de Liébana don Juan Alonso.

Viajeros

De Guipúzcoa a Bedoya, don Manuel Prellezo y familia

Luz de Liébana, nº 231, de fecha Marzo de 1980

LA CABRA TIRA AL MONTE

Cobeña, barrio de Bedoya, del Valle del Honor, tiene en la actualidad cinco vecinos. Se halla a un tiro de catapulta de Peña Ventosa, que parte de la margen derecha del rio Deva y la blanca caliza termina en Pasaneu, antiguo camino de herradura para entrar en Liébana viniendo de Santander.

Como la cabra tira al monte, en esta peña viven desde hace muchos años unas cincuenta cabezas pertenecientes, con más o menos certeza, a varios ganaderos de Cobeña. No es posible sacarlas de su guarida, aunque se junten con el rebaño de casa, cuando las reses civilizadas salen de la Peña, las salvajes se vuelven a su querencia y no es posible atraparlas si no es a tiro limpio. Así lo hacen cuando se presenta la ocasión y se encuentran donde no rueden a los precipicios.

Únicamente se unen decididamente a los rebaños civilizados los cabritos en la época de celo, pero como no tienen señal, los consideran en los pueblos limítrofes como bienes “nulius” de nadie, y del monte pasan seguidamente a la parrilla.

Luz de Liébana, nº 233, de fecha Mayo de 1980

Nueva Iglesia en Cobeña

Los vecinos de Cobeña, con un espíritu de compañerismo admirable, vienen trabajando muchos días para preparar los accesos a la flamante Iglesia que inaugurarán el próximo mes de Junio.

Luz de Liébana, nº 233, de fecha Mayo de 1980

Trillayo

Con la pequeña subvención del Estado, la contribución del Ayuntamiento de Cillorigo y todo el vecindario del barrio, ha hecho una importante reforma en su pequeña iglesia parroquial.

Trillayo ha querido tener un primor de Iglesia que no desentone con el pueblo, que es bonito y placentero y lo ha conseguido. Para celebrar este acontecimiento el día 11 de Mayo todo el pueblo se reunió en una comida de Hermandad

Luz de Liébana, nº 233, de fecha Mayo de 1980

Viajeros

De Santander a Trillayo, Juan Manuel de las Cuevas y familia

Luz de Liébana, nº 233, de fecha Mayo de 1980

Nuevo sacerdote

Don Pablo Gaipo Albarrán, hijo de don Isidoro y doña Magdalena, nació en Esanos en el año 1.949. Estuvo de niño un año en los Dominicos de León, pero a causa de su delicado estado de salud abandonó la casa de formación de los Religiosos de Santo Domingo y estudió durante muchos años en su casa de Bedoya por correspondencia, sintiendo cada vez con mayor impulso la  llamada para el sacerdocio.

En el año 1975 ingresó en el Seminario de Burgos y concluidos los estudios, según el plan Académico de la Universidad de la "Caput Castelle", Burgos, fue ordenado sacerdote en el Santuario de Santo Toribio.

El día 4 de Junio a las cinco de la tarde  en la explanada del Monasterio se hallaba gran cantidad de gente para tomar parte en el magno acontecimiento con la iglesia totalmente llena de familiares y amigos llegados principalmente de Bedoya, de los distintos pueblos de Liébana y una nutrida representación de Burgos, comenzó la ceremonia religiosa.

La misa fue concelebrada por 30 sacerdotes, presidiendo el Sr. Obispo de la Diócesis don Juan Antonio del Val, quien después del Evangelio, en su preciosa homilía, expuso la misión del sacerdote, segregado del mundo, para una misión dentro del mundo, espiritual, de fraternidad, concordia y amor, pero colaborador del Obispo y siempre unido a la Jerarquía.

Seguidamente se procedió al rito de la ordenación. Comienza el obispo preguntando si se considera digno de recibir el presbiterado y le contestó el Vicario General: en cuanto lo permite la fragilidad humana, se le considera digno. Siguen las ceremonias y oraciones del Consagrante, particularmente impresionante la invocación de los Santos con el canto de las letanías, todos de rodillas y el Misacantano prostrado en tierra, la entrega del pan y el vino, materia del sacrificio y la imposición de las manos por el obispo y todos los sacerdotes. Ya ungidas las manos del sacerdote, éste fue a dar la paz lo primero a su madre y hermano.

Terminada la Misa, como cofrade que era D. Pablo de la Santísima Cruz, la Cofradía, por medio de su Presidente don Máximo Lobato, le hizo obsequio de una Misal de Altar. Seguidamente el nuevo presbítero, con expresión serena, palabra clara y rotunda, tuvo un recuerdo para su difunto padre y con humildad confesó que desde niño sintió el llamamiento especial para el sacerdocio, al que ha podido llegar, ya que su familia es muy pobre, gracias a D. Feliciano Calvo, q.e.p.d., párroco de Santa Lucía, Santander, de la beca del Estado y otras ayudas, entre ellas de sacerdotes de la Comarca. Y lo que de niño fue una ilusión, hoy lo acepto con plena responsabilidad.

Finalizaron los actos con el besamanos por todos los sacerdotes y participantes en la ceremonia.

Cordialmente felicitamos y damos la enhorabuena al amigo Pablo que hacemos extensiva a su madre y hermano.

Luz de Liébana, nº 234, de fecha Junio de 1980

San Pedro de Toja

El próximo día uno de Agosto se celebrará en la Ermita de San Pedro de Toja (Bedoya) la tradicional romería con motivo de la festividad de San Pedro Advíncula.

Deseo resaltarlo por ser romería con mucha solera y tradición y poca propaganda. Muy arraigada en los pueblos de Bedoya y prácticamente desconocida en el resto de Liébana.  Situada dicha ermita en una ladera de la Peña “Las Segás”, estribaciones de Peña Sagra. Tiene un fácil acceso, mucho más hoy con los modernos medios de locomoción. Está ubicada en una llana pradería, con agradables y acogedoras sombras y una fresca fuente de agua milagrosa. Al menos, si hemos de creer lo que nuestros padres contaron.

De su antigüedad puedo decir que existía, ya era vieja, en 1626 pues hay documentos de una reparación efectuada por Rafael Casuso que dicen lo siguiente: “… por aver hecho vizio parte de la Capilla mayor y los actos torales del cuerpo de dicha ermita”.  Años más tarde, en 1752, se la consideraba aún como la más destacable entre las otras seis que había en el Concejo de Bedoya y que eran: Nuestra Señora de los Ángeles, Ermita de San Miguel, Ermita de San Julián, la de Nuestra Señora del Rosario, Ermita de San Tirso y Nuestra Señora de la Concepción. Algunas hoy, por desgracia, desaparecidas.

La ermita de San Pedro de Toja poseía en 1763 nada menos que 40 fincas. Así vemos que “Manuel Salceda, Mayordomo de la ermita y vecino del barrio de San Pedro, hace constar que lleva en renta toda esta hacienda Francisco López de Santiago y paga 66 reales y se rebajan 2; le queda la utilidad y se le cargan 215 reales y 16 maravedíes”. Y en 1781 en virtud de “Providencia” dada por el Sr. Obispo de Palencia (Bedoya pertenecía entonces a dicha diócesis), se aplicaron los caudales de la Ermita de Toja para “extender y alargar” la Iglesia parroquial de Bedoya.

Historia que gusta recordar, pero repito que mi deseo es llamar la atención de los lebaniegos para que el día primero de Agosto visiten ese maravilloso lugar y de paso, dado los difíciles tiempos que vivimos, unan su voz a las de los devotos que dicho día cantan así:

¡Oh¡ glorioso pescador
de nuestra iglesia cabeza,
escucha nuestro clamor,
consuela nuestra tristeza.
Nel

Luz de Liébana, nº 235, de fecha Julio

Cantamisas en Trillayo

Trillayo vibró y se vistió de fiesta grande el pasado domingo 15 de junio. Un hijo suyo subía por vez primera al altar. Todo el pueblo comprendió lo que esto era y suponía para ellos. Y lo demostraron con el lenguaje más elocuente, con el de las obras. Pocas veces he visto a un pueblo identificarse con un nuevo sacerdote como Trillayo con Pablo. Con D. Pablo Gaipo Albarrán. Y vibró con Trillayo todo el valle de Bedoya, toda Liébana. Y en este vibrar estaba también presente y contribuyendo a potenciarlo, los muchos amigos que de otros lugares de Cantabria y de Burgos nos dimos cita allí en una tarde inolvidable. Y es que Pablo tiene, en su sencillez y bondad, algo especial, peculiar, que atrae. Algo de los hombres de Dios…..

Dios le llamó y escribió derecho con trazos torcidos su trayectoria hacia el altar. Hasta este día, el Señor, quo le dio fuerzas y le confortó para sortear no pocos escollos, estaba esa tarde muy presente. Realmente, aquello fue una Pascua, la gran Fiesta. Esta impresión se repetía con frecuencia entre sus amigos. Entre los que le habíamos tratado en profundidad. Esa así como se encontraba una respuesta convincente al hecho de que, al igual que el día de la ordenación en Santo Toribio, en aquella Misa concelebrada con Monseñor del Val y muchos sacerdotes de la diócesis y de Burgos, profesores y condiscípulos, también ahora Burgos hiciese se hiciese nuevamente presente en ésta su primera misa cantada. Y digo cantada, queriendo hacer resaltar que el coro, que tan magistralmente cantó, fue el de la parroquia de San Gil de Burgos, en la que Pablo había trabajado en la catequesis.

Su paso por la facultad Teológica de Burgos había sido no sólo en lo cultural muy  positivo, sino que demostraba también así su capacidad de amistad y de atracción interesante incluso para el ministerio sacerdotal.

Y si las palabras en Santo Toribio al final de su ordenación sacerdotal causaron una grata impresión, su homilía de su primera Misa, también. Fueron pocas palabras, las suficientes, las justas, las oportunas, la de la mente y del corazón, las de un sacerdote feliz por haber alcanzado la meta.  La de un sacerdote que espera o aspira a vivir del espíritu de las Bienaventuranzas, comprometerse de un modo especial en favor de los pobres, huyendo de cuanto pueda significar promoción e instalación personal, pendiente solo en servir a todos, pero en particular a los más más necesitados.

A nadie, pues, debe sorprender que se haya podido decir que su primera Misa fue la mejor campaña vocacional que en estos momentos se podía hacer en Liébana. Lo que Pablo había hecho, merecía consideración y era digno de valorarse. Con unos estudios primarios, con un título de Graduado escolar, sacado al concluir el servicio militar, pasar directamente a la facultad de Burgos y triunfar, puede servir de estímulo a muchos lebaniegos. Esperemos que esta semilla no caiga en vano. Y que Liébana vuelva a ser, como en otros tiempos, un vivero de selectas vocaciones. L.O.

Luz de Liébana, nº 235, de fecha Julio de 1980

Inauguración de la iglesia de Cobeña

Cobeña, pueblín de siete vecinos y 30 habitantes, perteneciente al Valle del Honor, Bedoya, que está escondido en la fronda del monte y al abrigo de Peña Ventosa, como una atalaya, se abre en abanico hacia el Noroeste para contemplar las bellezas de los pueblos situados en la margen izquierda del Rio Deva, Viñón, Colio, Pendes y como fondo la crestería de los Picos de Europa, estrenó su nueva Iglesia.

El sueño dorado de los habitantes de Cobeña de tener nuevo templo, en sustitución del viejo, ya en ruinas, se ha cumplido. El nuevo templo situado en lugar placentero, en un recodo de la carretera, es una construcción bonita, amplia, de una nave con dependencias para la sacristía, despacho parroquial y una escalera interior en caracol sube al campanario para el repique de las campanas.

El día 22 de Junio, día de la inauguración de su Iglesia, el pueblo de Cobeña se viste de fiesta. A las seis de la tarde se halla totalmente lleno de fieles y muchos en la explanada contigua comienza la misa por el Sr. Obispo, Dn. Juan Antonio del Val y antes procede a la bendición del templo según el ritual. Concelebran con el prelado varios sacerdotes y entre ellos el Vicario, Dn. Juan José Caldevilla. El Sr. Obispo después del Evangelio en una sencilla y elocuente plática explicó la significación del acto que se estaba celebrando, teniendo frases de elogio para todos cuantos contribuyeron a que fuese realidad este precioso templo, con recuerdo especial pare el hijo del pueblo residente en México, Dn. Primo Cuevas, q.e.p.d., quien poco tiempo antes de morir dijo: “Doy gracias a Dios, porque no me he rendido ante el dinero y deseo que después de mi muerte, parte, se emplee en beneficio de la Iglesia de Cobeña”.

La parte musical fue dirigida por los P.P. Franciscanos con la maestría en ellos habitual. A la terminación de le Misa, el párroco, Dn. Juan Alonso, dio  las gracias a todos los que habían contribuido a la construcción del templo y preparación de la fiesta, recordando, una vez más, el sacrificio en favor del pueblo por Dn. Primo Cuevas, recientemente fallecido en México, y de su esposa.

A la salida del templo pudimos escuchar los versos compuestos por la Sta. Socorro Ruesga, interpretados por su autora, chicas y señoras del pueblo. Vayan como ejemplo los siguientes:
Ripios con motivo de la bendición de la nueva Iglesia de COBENA.

En nombre de todo el pueblo,
un saludo muy cordial
a nuestro Señor Obispo
y a todos en general.

Hoy el pueblo de Cobeña
celebra ésta grande Fiesta
con muchíma alegría
de tener Iglesia nueva.

Dicen que en Cobeña
ha habido personas muy bondadosas
que se llamaban don Primo
junto a su esposa Rosa.

Fueron personas humildes,
trabajadoras y buenas,
sus primeros ahorros fueron
para la iglesia de Cobeña.

Pero han quedado sus hijos
que han copiado de sus padres;
bendita sea la rama
que también al tronco sale.

Con su generosidad
y con mucha complacencia
han dado sus donativos
para la iglesia de Cobeña.

D. Juan Antonio del Val,
Obispo de gran solera,
lo mismo ordena a los curas
que bendice a las Iglesias.

Con verdadero cariño
y afecto en el corazón,
hoy el pueblo de Cobeña
le pide su bendición.

Para Don Angel Epelde,
un sacerdole muy fino,
siempre acompaña en los viajes
a nuestro Señor Obispo.

Hace muy buen secretario,
lo tenemos comprobado,
por eso el Señor Obispo
no le deja de su mano.

Es D. Juan buen Arcipreste,
Caldevilla buen Vicario,
ya sabe el Señor Obispo
a quien entrega los mandos.

Es el pueblo de Cobeña,
gente muy sencilla y buena,
pues con su generosidad
han ayudado en la Iglesia.

Pueblos como el de Cobeña,
qué bien estaría España,
con trabajo unión y paz,
es la mejor democracia.

Municipio de Cillorigo,
de los mejores en Liébana,
hace puentes, carreteras
y tambien da para iglesias.

Siempre han llevado el timón
personas de calidad
por eso a este municipio
se le ha visto prosperar.

Con estos pobres cantares
les queremos obsequiar,
no como ustedes merecen
nos tienen que perdonar.

Nos tiene que perdonar,
porque no somos poetas,
solo buena voluntad
para cantar en la fiesta.

Como aliciente para los jóvenes se plantó un airoso mayo, aunque tenía buen premio el ganador, como la juventud está desecha de "esquilar" no llegó ninguno a bajar el ramo. Los vecinos obsequiaron con largueza a todos los concurrentes al acto y una orquesta alegró durante toda la tarde a la juventud del Valle y de los más apartados pueblos de Liébana que llegaron a Cobeña.

POEMAS HISTORICOS Y DE ACTUALIDAD

Con motivo de la inauguración de la nueva Iglesia de COBEÑA, "Luz de Liebana" quiere unirse en su alegría a la que los vecinos del pueblo de Cobeña han expresado el domingo día 22 de Junio, ante la presencia del Sr. OBISPO de la Diócesis asistido de todos los sacerdotes de la Comarca, el Plano de la Corporación Municipal de Cillorigo, con su nuevo Secretario, los vecinos del Valle de honor de BEDOYA, y los lebaniegos de gran número de pueblos de la Comarca.

Si pura poesía y filosofía son los versos que en carta abierta escribió con fecha 26 de Agosto de 1.816, El Rabaguco vecino de Cobeña, a su amigo el boticario de Potes; si poesía improvisada popular, fueron los que al ritmo de la pandereta, se corearon a la terminación del acto religioso junto al gran Mayo inasequible plantado por los vecinos, frente a la nueva Iglesia y frente a la gran mole de La Peña La Ventosa, no es peor poesía, lo que desde México nos ha versificado la Familia CUEVAS, que ha hecho posible ésta emotiva realización en memoria de sus finados Padres PRIMO y ROSA. ÉL, nacido en Cobeña, ELLA, mejicana-española, los dos fervientes y humildes cristianos que la Providencia llamó a un tiempo inesperadamente, cuando proyectaban hacer su poesía con la construcción de la nueva Iglesia, como el mejor reconocimiento y remate a la nueva carretera y a la unión de los vecinos del pueblo que habían realizado sus obras comunitarias en el agreste y rocoso nido de COBEÑA.

Cómo se hizo la carretera de Cobeña?

Si importante fue la construcción de la Iglesia de Cobeña merece al hablar de su inauguración, recordar otra trascendental para este pueblo, su carretera. Gracias a una "CACICADA", de las buenas, y muy de alabar, tiene Cobeña desde hace muchos años su Camino Vecinal.

Los hechos ocurrieron así: Cuando se terminó de hacer los bancales en la finca de Sotama, de la Diputación, una vez terminada la obra, como la pala mecánica estaba parada se lo ocurrió al Diputado por Liébana, Dn. Victoriano Cuevas, Vitin, que se podía emplear en abrir una Pista a Cobeña. Pasaron la máquina rodeando Trillayo, porque no cabía por las calles y mano a la obra. ¿Por cuenta de quien correrían los gastos del gasoil y el palista?. No se pensó en esas minucias.

Empezada la obra, de acuerdo con Dn. Francisco Pardueles y su equipo del Valle de Cillorigo, que le echaba una mano, le pareció al Diputado oportuno hablar con Dn. Alfredo, Ingeniero de la Diputación, ya delicado de salud para aquellas fechas, para que hiciese el trazado del Camino Vecinal. Éste contesta que no se puede hacer porque no hay proyecto de la obra; al fin, viendo lo fácil que se presentaba el abrir la Pista, le dice que hable con Chicho para que marque el camino de lo que un día pudiera ser Camino Vecinal; así se hizo y como las obras seguían el curso normal, llegaron los técnicos que hicieron el trazado definitivo.

Lo demás, después de aguantar broncas, templar gaitas, etc. se suavizaron las cosas y vino pos sus pasos. La Diputación se hizo cargo de la obra y se procedió al engravado, y todo marchó como sobre ruedas.

No había muchas fincas a lo largo de su recorrido, pero había que indemnizar, aunque fuera poco, y de ello se encargó, así como de hacer el Pontón de acceso al pueblo el hijo de Cobeña, residente en México, que envió el dinero para hacer la Iglesia que se acaba de estrenar, Don Primo Cuevas.

De no haber sido por la corazonada de Vitin, tal vez en el día de hoy Cobeña estaría sin carretera, o se hubiese empleado en ella el dinero que costó levantar la Iglesia. Con estas aclaraciones para muchos que ignoran la génesis de la carretera de Cobeña, se explica el por qué no toco al pueblo de Trillayo, cosa absurda para los que no sepan el "intringulis" de la cuestión. Hasta TriIlayo ya había carretera y la nueva partió de la salida.

La carretera de Cobeña fue una de las muchas obras en que intervino calladamente, en beneficio de nuestros pueblos, don Victoriano Cuevas, durante el tiempo que desempeñó el cargo de Diputado Provincial.

Luz de Liébana, nº 235, de fecha Julio de 1980

San Pedruco en Bedoya

En las praderas de Toja la devoción de nuestros mayores levantó siglos há, una modesta ermita en honor de San Pedro Advíncula, cuya festividad se celebra el día 1 de Agosto de cada año, y que la fe de los vecinos de Bedoya ha sabido conservar ejemplarmente.

Con un tiempo espléndido, un centenar de personas asistieron este año a la solemne Misa allí concelebrada por el encargado de la Ermita, el arcipreste don Juan Alonso, don Benito Velarde y don Pablo Gaipo.

Un coro femenino nos sorprendió con un selecto repertorio musical magníficamente interpretado durante la Misa, celebrándose a continuación la procesión alrededor de la ermita, portando la imagen del santo jóvenes de la localidad.

Independiente del aspecto religioso, el buen día que hizo, permitió a los romeros disfrutar de los atractivos de aquel maravilloso mirador estratégicamente situado frente al macizo oriental de los Picos de Europa que ofrecen al visitante toda su grandiosa belleza en una maravillosa sinfonía de luz, color, de altas cumbres y frondosos valles.

Una jornada de la que siempre se guardará el más grato recuerdo, por su capacidad para despertar la sensibilidad de los que no somos capaces de desprendernos los que tanto admiramos las virtudes, las tradiciones y la belleza de los hombres y de las tierras de nuestra Liébana entrañable. García Llorente.

Luz de Liébana, nº 236, de fecha Agosto de 1980

Subasta

En Bedoya se subastaron 250 hayas y un roble en la cantidad de 800.000 pesetas

Luz de Liébana, nº 236, de fecha Agosto de 1980

Viajeros

De Castellón a Bedoya, doña Regina Fernández y familia

Luz de Liébana, nº 236, de fecha Agosto de 1980

Defunciones

Doña Francisca Gaipo Colio, nacida en Trillayo, falleció en Potes

Matrimonios

Emiliano Cuevas Rodríguez, de Cobeña, con María Dolores de la Vega Sánchez, de Pendes, en Santo Toribio

Luz de Liébana, nº 239, de fecha Diciembre de 1980

Datos recopilados por José Angel Cantero Cuevas en el año 2018

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