Francisco Gutiérrez Monasterio
(Paco)

Se cumplen en estos días 36 años del fallecimiento de D. Francisco Gutiérrez Monasterio, más conocido por "Paco el de Trillayo". Un hombre grande de porte y no menos grande de espíritu y de humanidad. A su fallecimiento la Revista "Liébana Mensual" le dedicó la siguiente reseña que por su interés reproducimos.

Apacible, sereno y piadoso, se hallaba "Pacón", el de Trillayo en su silla de ruedas. Numerosos padecimientos le habían llevado al viejo y entrañable caminante, de sus andanzas a esa silla en la que de su habitación le trasladaban diariamente al lugar más templado en el frío clima invernal. En la cocina le hicimos no hace muchos días una entrevista. Reímos con sus aventuras. Meditamos con otras. En todos sus temas había un denominador común: la franqueza, la nobleza, la entereza. Perdonen la homofonía.

Anotado tanto recuerdo, como serían sus andanzas en el peregrinar desde su pueblo en el que siempre vivió hasta postrarse ante la Virgen del Pilar, recorrido que hizo andando junto con su hermana y el molinero de Tama, Angel Verdeja. Revividas las imágenes del larguísimo peregrinar y las correspondientes aventuras y desventuras de nuestro entrevistado, de su hermana Josefa y el amigo de ambos, Angel, nos continuó refiriendo inimaginables aconteceres cuando fue quinto y que hoy preferimos silenciar por cuanto vamos a decirles más adelante.

Traíamos a "Pacón" a nuestras páginas por varios motivos: la bondad, la franqueza y enlazábamos a estas virtudes la anécdota viva que también nos refería. Recordamos, por si algún lector le parece mal la forma de llamar al viejo amigo, que en una ocasión un repartidor de telégrafos llevó un envío al pueblo, y al preguntar por don Francisco Gutiérrez Monasterio, dudaron en su propia localidad de quién se trataba...... ¿Francisco, Francisco?... aquí no hay ninguno, que sepamos. Y era eso, que desde niño lo llamaron Paco, o Pacón, que no es lo mismo.

Recordaríamos mil cosas más: por ejemplo su enorme afición a los bolos, manejando bolas de tamaño descomunal y su deportividad nativa y las simpatías y relaciones que este deporte montañés le dio.

Pero hoy, y de forma no habitual, nos vemos obligados a interrumpir el relato que habíamos comenzado para "Nombres Propios". Multitud de lectores ya lo sabrán; hace muy pocos días Francisco Gutiérrez abandonó por siempre su franca sonrisa. Acumulada a sus dolencias una inesperada trombosis, dejó este valle de lágrimas y tras su gesto sereno de la expresión inexpresiva de los que mueren, a nosotros y a cuantos le conocimos nos quedará por siempre su recuerdo en la memoria. Ahora, aquella acogedora casa de Trillayo, tan llena antes "de sonrisa y alborozo, solo tiene muda aflicción y hondo sollozo". Y así ocurre cuando se nos marcha un hombre de bien.

Tomado de: Carlos Ganza - Liébana Mensual - Potes, Diciembre 1978

EL SEÑOR

D. Francisco Gutiérrez Monasterio

Nació para vivir el 31-3-1891

Vivió para morir el 23-11-1978

D. E. P.

Sus hijos, Alfonso (redactor de "LIEBANA MENSUAL") y María Dolores; hija política, Estela Roiz; nietos, sobrinos, primos y demás familia. RUEGAN a sus amistades una oración por el eterno descanso de su alma y agradecen las muestras de amistad y aprecio de que en estas circunstancias han sido objeto.

Trillayo, Noviembre de 1978

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