Cuadrillas 31,103 y 141

 

Volver al menú | Resumen anual

Se mataron tres ciervas

Solamanete se pudieron ver una docena de venados en un día de mucho frío

Manuel, posando con las dos ciervas que matóUn año más, la Consejería de Ganadería, Agricultura y Pesca de Cantabria autorizó la celebración de batidas para reducir el número de venados en la Reserva de Saja. El único requisito es que deben de matarse solamente hembras. Por todos es sabido la proliferación de estos animales durante las últimas décadas en nuestros montes y el daño que hacen los rebaños que en ocasiones se forman en los pastos de los ganaderos. No hay cupo de capturas. Si mi memoria no me falla, es ya el cuarto año que se celebra este tipo de cacerías en los montes de Bedoya.

Hoy no hay perros en San Pedro, (solamente algunu falderu), cuando fueron presentando las acreditaciones los cazadores y monteros ante guardería. No es que estén prohibidos los perros, pero no están enseñados para ésta específica misión. Su labor es suplida por los monteros que con sus voces y cornetas serán los encargados de levantar a los ciervos de sus encames.

"Ya lo sabeis de otros años; los venaos no son jabalís, tienen otra manera de comportarse. Son mucho más listos y, ante el peligro, siempre son los primeros en retirarse. Son más rápidos que los jabalís y tienen una vista muy buena. La mejor manera para localizarles son las huellas. Y para terminar quiero deciros que para cazarles no puede existir el margen de error porque se largan enseguida y por supuesto no se puede meter ruido ya que tienen un oído muy fino. Estuvimos éstos días mirando el monte y sabemos que hay venaos. En La Dobra se vieron hasta media docena el otru día y están los praos llenos de cagás", les informaba Chanchel que asumió la jefatura de la cuadrilla.

"Hoy tenemos solamente quince escopetas (la máximo permitido) y vamos a cubrir desde Armiceu hasta la Fuente Taruey y la Cabanilla, creo que será bastante. De todos modos también subirán tres escopetas a los Llaos y el Collau por si se escapa alguno, allí les pueden rematar. Como arriba está nevando, vamos a mandar allí a los más jóvenes que aguantan mejor el frío. Ah, se me olvidaba deciros que las hembras no tienen cuernos.., por si alguno no lo sabe", les advertía socarronamente Chanchel.

Una vez colocados los puestos, los monteros empezaron a patear el monte. Los gritos se dejaban oir por toda la ladera de Sierra la Cal hasta el Cercau.

"En Rucabrejo acaban de salir un montón de venaos, no se los que eran porque arrearon a toa leche en dirección al Caldillu", se oía por la emisora. "Acabo de verles pasar pa Ajón, son tres y parecen hembras", replicaba otro.

Primo que mató una cierva en los Llanos de EnebruEfectivamente, eran tres y además hembras que ante el vocerío de los monteros y ver que estaban acorraladas no sabían para dónde tirar. Pasaron por debajo de la fuente de Armiceo en dirección a Jaltrabe. En el "Montucu" estaba José María Gaipo que en cuanto las tuvo a una distancia prudencial las disparó por dos veces pero con poca fortuna ya que se metieron monte abajo y pudieron salvar el pellejo. "¡Cómo corren las cabronas...!!!, no da tiempo a encarar el arma y ya están fuera de la distancia, son completamente distintas a los jabalís", afirmaba luego Mari.

Minutos más tarde, se volvió a oir la emisora anunciando el levante de otros cuatro por encima de la Dobra. "Arriba.., arriba van cuatro. Yo creo que son hembras, por lo menos dos estoy fiju". Las ciervas cruzaron por debajo de la Tená en dirección a los Llanos de Enebru donde estaba Primo que les tiró unos cuantos tiros, encontrándose con los mismos problemas que anteriormente había tenido Mari. Pero en ésta ocasión pudo rematar a una buena venada, las demás pudieron eludir el tiroteo.

Mientras tanto arriba, en el Collau, el frío, el viento y la nieve cada vez arreciaban más. Cada uno se guarecía donde buenamente podía. "¿Qué hacemos aquí? Estamos aburridos y muertos de fríu, ésto no hay quien lo aguante", comentaban por la emisora.

Pero a los pocos minutos....., "Acaban de salir tres en la Fuente Taruey y arrearon monte arriba, así que atentos los que estais en Lomberu y en el Collau".

En el Lomberu estaba José Antonio Llorente que no vio a las ciervas, así que éstas siguieron su ascensión monte arriba. Lo que si vio Llorente fue un buen rebañu de jabalís que le cruzó a escasos metros en dirección a Retorturas. "Eran más de diez, no me dio tiempo a contarlos todos ..." comentaba luego Llorente. Allí quedaron para repoblar el monte con vistas a la próxima campaña.

Pero las venadas seguían a lo suyo que no era otra cosa que tratar de huir del cerco de las escopetas. En pocos minutos subieron monte arriba hasta los Llaos para tratar de cruzar a Poda. Pero allí estaba Manuel Relea que pese al frío, supo atinar. En cuanto las tuvo a una prudencial distancia las disparó por tres veces con el excelente resultado de dos venadas muertas. La tercera logró su objetivo, penetrando en territorios de Poda.

Como los monteros habían ya recorrido el lote que se habían marcado, por la tarde deciden bajar a cotas donde el viento y el frío se acusaran menos. Arriba la nieve había cubierto ya toda la cordillera y bajaba hasta la Fuente Taruey. Así que deciden cerrar más corto. "Vamos a entrar por Sarrullá a ver si sacamos las tres que se le escaparon ésta mañana a Mari". Y así hicieron pero el resultado no fue ni el deseado ni el esperado. No descubrieron nada.

Y como no estaba el día para estar mucho tiempo en el monte, a media tarde deciden dar por terminada la cacería con la recompensa de las tres venadas logradas.

Una merienda-cena puso fin al día en el Balcón de Potes, donde no faltó el jamón, los espárragos rellenos, la parrillada de costillas y chorizo y un buen queso, todo regado por un exquisito vino y para rematar el té con orujo.

Ahora sí, ahora ya saben que terminó la temporada de caza, así que a limpiar las armas, guardarlas en sitio a buen recaudo y hasta el mes de Setiembre que ya está a la vuelta de la esquina.

(27 Febrero- 2.010)

Volver al menú

Arriba