Cuadrilla 103

Volver al menú

Ocho jabalís pese a la "ciclogénesis explosiva"

Mucho frío y segundo cupo de la temporada

Algunos componentes de la cuadrilla 103 en San Pedro de Bedoya con los ocho jabalís que mataronAhora ya no se dice ni borrasca, ni galerna, ni nada parecido, se llama una "ciclogénesis explosiva". Eso fue lo que barrió Liébana el pasado sábado día 24 de Enero de 2.009. Así y todo, y a pesar de dicha "ciclogénesis explosiva" la cuadrilla 103 decidió que había que cazar aquí en los montes de Bedoya. Después de todo, eso de explosiva viene al cuento refiriéndose a la caza.

No era aún de día (¡cuánto tardó esa mañana en amanecer!) y ya estaban los cazadores en San Pedro de Bedoya, todos con caras de resignación y con atuendos irreconocibles, donde solo se veían los ojos, para librarse de las arremetidas del viento huracanado y las granizadas intermitentes. ¿Se cazará hoy? ¿Vale la pena dejarlo para otro día? Eran tantas las dudas y los comentarios que Jorge, como jefe de cuadrilla, decidió esclarecer los pensamientos de los cazadores y les invitó a hacer un referéndum para que decidieran si deseaban cazar o dejarlo para el próximo miércoles. "A ver..., que levanten la mano quienes quieren cazar hoy.." A algunos les cogió de sorpresa la invitación de Jorge y estaban remisos a tomar una determinación, pero en cuanto apareció una mano en alto, le siguió una gran mayoría, "así que ahora a ponerse la ropa de agua y a sortear los puestos.., vamos a meter los perros por Castro y los puestos van a cerrar por Cobeña, la Sieta, y toda la orilla de la carretera de Bedoya", les indicó Jorge.

Entre una cosa y otra, eran ya las diez de la mañana cuando dio comienzo la cacería, y pronto los perros cogieron demanda ya que muy cerca de la carretera nacional, en Castro, los perros de Pepe, el de Ojedo, levantaron a un jabalí que emprendió su huida cuesta arriba, pero algo divisó que no le gustó mucho, dándose la media vuelta con tal mala fortuna para él que se dio de bruces con el mismo Pepe que necesitó cuatro disparos para cogerle por las orejas y bajarle arrastrando hasta la misma carretera.

Benjamín Cuadriello en posición de tiro para matar al jabalíMientras esto sucedía, por encima de Trillayo, en el Enebral, salieron dos jabalís en dirección a las viñas de Sobrequintana. Allí estaba Jose, el de Valdeprado, que cuando se dio cuenta le tenía a menos de veinte metros y le tiró, pero con tan mala fortuna que una ráfaga de viento de la "ciclogénesis explosiva" le llevaba el rifle (y a él mismo) a todas partes menos donde quería apuntar. Total que el jabalí emprendió su ruta viñas arriba perdiéndose en la maleza del escobal. El otro compañero la emprendió viñas abajo y Chanchel logró tirarle, pero también sin éxito. Pasó por Sotronca y cruzó el río hasta Grillero. Allí estaban Jose (el Gordo) y Jesús, pero parece que los jabalís tienen un sexto sentido ya que logró pasar por el medio de los dos sin ni siquiera ser visto por los cazadores.

En el Prau de la Ermita, por encima de Cobeña, estaba de puesto Benjamín cuando un jabalí pasaba por allí en su intento por llegar hasta la peña de la Ventosa, pero de un certero disparo Benjamín hizo que el jabalí no pudiera conseguir sus deseos.

Ya iban dos cuando en Grillero la "ciclogénesis explosiva" tuvo su clímax. Pumm, pumm, pumm, pumm, pumm, hasta en cinco ocasiones Jose (el Gordo) tuvo que disparar para que el jabalí no consiguiese seguir los pasos del anterior. De hecho le tuvo que sacar del río donde cayó después de rodar unos cuantos metros.

A todos los cazadores que estaban apostados en la Sieta había que hacerles un monumento. Entre el viento huracanado, la cellisca, el granizo que llegó a cubrir la pradería y el poco movimiento que hacían, a alguno le entró ganas de abandonar la cacería y bajar a calentarse en alguna cocina de Salarzón, pero había que seguir hasta donde se aguantase. "A veces el aire nos llevaba 8 ó 10 metros de donde estábamos." decían después. Lo mejor de todo es que los siete que cubrían aquella zona tuvieron ocasión de disparar (unos con mejor suerte que otros ya que el día no se presentaba para florituras).

Abelín que mató tres jabalísEl primero que tuvo la ocasión fue Abelín que como es lógico en él, no la desaprovechó y de dos disparos tumbó a un macho en su intento de fuga acosado ya muy de cerca por los perros.

Minutos más tarde, a la cabecera de la Sieta, en Dobromayor, Serafín, el de Cobeña, estaba viendo cómo se le acercaba un jabalí que había salido en veloz carrera desde la Tuemba. Le dio tiempo a prepararse y a esperarle todo lo inmóvil que pudiera, por el huracán que allí soplaba. Y explotó la ciclogénesis, explotó el rifle y explotó el jabalí para el beneplácito y contento de Serafín.

Unos cuantos metros más abajo, por la cuesta de Mallaño, intentaba cruzar otro marrano. Ceci logró tirarle, aunque de lejos, pero llegó donde estaba Abelín que le hizo rodar por toda la cuesta hasta la riega. Y no había transcurrido ni un cuarto de hora cuando otro jabalí intentó cruzar por el mismo camino, desconociendo que allí estaba el mejor tirador de la cuadrilla durante esta temporada (el dicho Abelín y a los resultados me remito) y dos disparos fueron suficientes para que el jabalí siguiera la misma ruta que su compinche.

Angel el de Salarzón también tuvo su oportunidad y le tiró a un jabalí, aunque algo lejos, pero los helados dedos y el huracanado viento le jugaron una mala pasada, logrando el marrano huir hacia "Armiceu".

Ya eran las cuatro de la tarde cuando al hondón de la Sieta, llegó el mejor jabalí que salió durante toda la jornada. "Es muy grande..", decían por la emisora, mientras el marrano cruzaba la pradería seguido de los perros a unos cuantos metros. "Te va a ti Vicente..., estáte atentu que te va a salir por entre esos fresnos encima del caminu.." Y el corazón de Vicente, el de Salarzón, empezó a latir tan deprisa que apenas cogía respiración. Se prepara, pero por allí nadie aparece. Ya dudaba si se habría escapado por algún sitio cuando la imponente cabeza del marrano le viene de frente. No se puso nervioso, esperó unos instantes a que el jabalí se acercase un poco más, cuando de repente éste se percibe de la presencia del cazador y da un radical giro a su marcha. En ese mismo instante Vicente le tira el correspondiente explosivo (hoy todo explotaba) que impactó en el jabalí, pero no lo suficiente para pararle en su marcha. Tuvieron que ser José Angel primero y luego Jorge los encargados de rematarle, pero hay que darle todo el mérito a Vicente que fue quien primero le hirió ya de muerte. Pesó ochenta kilos.

Y así terminó la cacería, donde no salieron rebaños, pero sí los suficientes para que, tanto cazadores como monteros y perros, pudieran disfrutar, siempre teniendo en cuenta las inclemencias del día, de un gran jornada donde se consiguió el segundo cupo de la temporada y donde el frío y la "ciclogénesis explosiva" se quisieron sumar a la fiesta.

  
CUADRILLA 103
Fecha
Monte
Jabalíes
Cazadores
21-09-08
Peña Salvorón
1
Abelín
27-09-08
Pamanes
4
Serafín, Jesus Angel, Pepe y Luis
12-10-08
Mataseñas
4
José Angel (3) y Chanchel
08-11-08
Pamanes
7
Miguel (2), Juanjo (2), Jose, José Angel y Ceci
22-11-08
Poda Cordancas
6
Abelín (3), David, Miguel y José Angel
07-12-08
Bicobres Norte
8
Ceci, Llorente, Abelín, Pedrín, Miguel, Franci, Santos y Nel
27-12-08
Bicobres Norte
8
Abelín (2), José Angel, Pablo, Jorge, Manín, Serafín y Francisco
17-01-09
Panda Carrielda
3
Primo, Ceci y Angel
24-01-09
Bicobres Norte
8
Abelín (3), Pepe, Jose el Gordo, Benjamín, Serafín y Vicente
07-02-09
Poda-Cordancas
0
 
Volver al menú

Arriba