Cuadrilla 141

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Un solo jabalí para celebrar la Nochebuena

Ivana, Tino y Cecilio, protagonistas de la jornadaCuando la mayoría de los españoles se predisponen para celebrar la Nochebuena, los cazadores de la cuadrilla 141 se liaron los bártulos para ir a cazar a Dobres, al lote de Monte Cubino. Dobres es un pueblo de los más altos de Liébana y debido a la nieve que cayó la semana pasada, tuvo que suspenderse la cacería que estaba programada para el pasado sábado. Gracias a los días de sol que vinieron posteriormente, se pudo subir a esas montañas a cantar villancicos, aunque la mañana estaba para pocos cánticos.

Amaneció un día despejado donde a medida que el día iba clareando, dejaba a la vista un blanco manto, pero no de nieve, sino de una monumental helada. Un intenso frío penetraba entre los cazadores que tenían que refugiarse en los rincones que podían encontrar mientras se terminaba con el protocolo de las acreditaciones.

La guardería advirtió a Tino, como jefe de cuadrilla, los lugares por donde se podía echar la cacería, ya que buena parte del lote aún tenía nieve y todos sabemos que ahí no está permitiodo cazar. Hubo que subir por un empinado y umbrío camino para colocarse en los puestos y los cazadores se encontraron con que esa ruta estaba impracticable a causa del hielo. Más de un cazador encontró por dicho camino su correspondiente "navaja", pero no pasó de ahí ya que todos, unos mejor que otros, pudieron llegar a su destino.

En lo alto del lote, soplaba un fuerte viento que dejaba una sensación aún de más frío y a los tiradores que los tocó el puesto en la zona sombría, tuvieron que hacer de tripas corazón para poder soportarlo.

Con éstas premisas dio comienzo la cacería y la verdad es que los perros tardaron en coger demanda. No había muchos jabalís, ésa fue la primera impresión de los monteros, hasta que por fin lograron levantar de su encame a cuatro marranos que emprendieron juntos la huida. Por todos es sabido la picardía de los jabalís a la hora de defenderse de los cazadores. Es un animal duro de mover de sus encames ya que en la espesura tiene su mayor defensa, pero una vez levantado, todo su ahínco es sortear los sitios por donde se intuye al enemigo. Para eso pone en pleno funcionamiento sus facultades de oído y olfato, la mayoría de las veces con resultado satisfactorio.

Y digo esto porque los cuatro marranos emprendieron una veloz carrera hacia terrenos donde no estaban los tiradores, introduciéndose en la otra ladera del monte donde la nieve les protegía de la puntería de los cazadores, que solo pudieron divisarles cuando ya pisaban el blanco elemento y marcaban su negra silueta en contraste con la nieve.

Se acercaba ya el mediodía cuando los perros cogen otra demanda. "Ahí va unu muy grande, estar atentos los de arriba, que ahí llevan los perros un jabalí muy grande.." se oía por la emisora. Efectivamente, unos cuantos metros delante de los perros subía velozmente por el empinado monte un jabalí que cada vez iba sacando más distancia a los sabuesos.

"A ver Ivana.., que va para ti..". Ivana se prepara, se aposta detrás de un haya, mientras la respiración se le entrecortaba, cuando ve aparecer la silueta del jabalí. Aún estaba lejos, pero no quiere que se le escape o que cambie de rumbo y pummmm, pummmm, pummmmm. Los tres disparos resonaron desde lo alto del monte hasta bastante más debajo de Dobres, pero el jabalí ni se inmutó, únicamente que aún aceleró más su carrera.

Pero no contaba que más arriba estaba apostado Tino. Algo tiene que fallar y ésta vez al jabalí le confundieron sus cálculos y no valuó la presencia del cazador. A Tino, aunque ya veterano, también le iban las pulsaciones a tope, el corazón se le salía del pecho. Era la oportunidad de este año, nunca se le había presentado en ésta temporada un jabalí "tan a tiro". Y cuando vio que le podía hacer ya daño le soltó dos disparos, pero el jabalí dio un salto y siguió su ruta monte arriba. "Le tiré bien, yo creo que le dí, pero se escapó.." decía por la emisora un decepcionado Tino. Instantes después llegaron los perros en cuenta de morder, pero se encontraron con la ausencia del jabalí. "A ver.. el jabalí va dejando un rastro de sangre" volvió a comentar Tino que lo pudo comprobar al acercarse por donde huyó la bestia.

No pasaron muchos minutos cuando de nuevo se volvieron a escuchar dos disparos. "Ya cayó..", se oyó por la emisora. Era Ceci para anunciar que había rematado el jabalí que huía ya bastante agotado por la pérdida de sangre que iba soltando. Un buen macho que dio en la báscula un peso cercano a los 90 kilos y al que no se le pudieron sacar provecho de sus afiladas y grandes defensas ya que uno de los disparos las habían hecho añicos.

Así terminó la cacería, con mucho frío y pocos jabalís, pero todos contentos al regresar a sus casas para celebrar la Nochebuena. ¡Felices y jabalinescas fiestas, que aún falta mucho y se intuyen jornadas de auténtico esparcimiento!!!! Esto no ha hecho nada más que empezar.

  
CUADRILLA 141
Fecha
Monte
Jabalíes
Cazadores
14-09-08
Monte Cubino
1
Aquilino
05-10-08
Dobra Regaos
3
José Angel, Chico y Felipe
11-10-08
Vallejas San Pablo
1
Teyín
18-10-08
Arabedes
6
Sito, Luis Miguel, Chico, David, Ramón y Teyín
25-10-08
Poda Cordancas
2
Aquilino y Clemente
01-11-08
Margaperas
6
Aquilino (2), Miguel, Raúl, Francisco y Aníbal
16-11-08
Bicobres Norte
6
Ivana (2), Aquilino (2), Clemente y Jorge (hijo)
20-12-08
Monte Cubino
1
Tino
11-01-09
Bicobres Norte
5
José Angel, Chanchel, Raúl, Tasio y Clemente
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