Recortes de la Prensa Regional sobre Bedoya.
El que esto escribe conoció en el valle de Bedoya DIEZ boleras. En la actualidad solamente persiste la bolera de San Miguel que es donde principalmente se celebraron siempre competiciones bolísticas. Pero en otros pueblos del valle también sonaban los bolos, como en Trillayo.
Un nativo de éste pueblo, Juan Manuel de las Cuevas (NEL), desempeñó durante muchos años la corresponsalía en el Periódico EL DIARIO MONTAÑÉS de todo lo relacionado con el juego de los bolos. Como es lógico, en más de una ocasión se referió a noticias relacionadas con la tierra que le vio nacer. Como muestra aquí os dejo algunas consideraciones acaecidas en el valle de Bedoya y en el pueblo de Trillayo con más detalle, como la presencia en dicha bolera del mítico jugador el "Zurdo de Bielva".
El Zurdo de Bielva en Trillayo
También en Trillayo, (Liébana), y con motivo de la reinauguración de la bolera del pueblo, habrá otra competición, en la que tomarán parte ”El Zurdo”, Rilo, jugadores que con tantas campañas cuentan en aquella zona, y varios jugadores locales.
En su carta, los organizadores nos dicen: “Desearíamos que por medio de El Diario Montañés, que tan vinculado está a nuestra Región, invitases a toda la afición lebaniega a ésta competición, que comenzará a las cuatro de la tarde. Pero de una manera espacial queremos hacerlo a los buenos jugadores don José Parra y don Juan Alonso, así como al gran aficionado don Luis Cuevas”. Cumplidos vuestros deseos, nosotros por nuestra parte, os deseamos una buena tarde de bolos. NEL
Diario Montañés 29-04-1955 |
Memorable tarde de bolos en Trillayo con la presencia del Zurdo de Bielva
Días pasados, el primero de mayo, tuvieron en Trillayo (Liébana) una memorable tarde de bolos, cuyo relato quiero ofrecérselo al antiguo y gran jugador don Eulogio González-Ceballos, que, como todos los aficionados saben, componía con su padre, don Baldomero y sus hermanos Francisco y Antolín, la famosa partida de Cerrazo, ganadora allá por el año 1896, en el Círculo Ecuestre, del concurso organizado por el excelentísimo Ayuntamiento de Santander. En la actualidad, don Eulogio se halla enfermo, y al dedicarle estas líneas le deseamos un pronto restablecimiento.
Comencemos por decir que los vecinos de Trillayo trabajaron de firme en el arreglo de su bolera, invitando después al Zurdo y Rilo a lo que podríamos llamar fiesta familiar bolística, a la que se dieron cita, no sólo el pueblo de Trillayo en masa, sino también, gran cantidad de aficionados de los pueblos vecinos, y de algunos, no tanto, como Peñarrubia, o Vega de Liébana.
Dicho esto, huelga decirles que circundaba a la bolera un inmenso gentío. Los de Bielva ganaron cuanto jugaron, viéndose únicamente inquietados cuando lo hicieron contra la partida de don Juan Alonso (señor cura de Tama), saliendo del apuro al birlar con cinco bolas veinticinco bolos. El Zurdo dio muchos estacazos, pero sólo consiguió sacar un emboque; sin embargo, a continuación, y a ruego de don Luis Cuevas, derribó los nueve bolos con otras tantas bolas, y tiró la caja de cerillas puesta encima del primer bolo. Rilo estuvo, como le hemos visto pocas veces, tirando muchos bolos y hasta embocando. De seguir así, “el sobrino” dará este año más de un disgusto.
Trillayo, al igual que en la mayoría de los pueblos de la provincia, tiene hondas raíces la hidalguía montañesa, por lo que no nos extrañan las atenciones con que fueron rodeados los forasteros. Como muestra, diremos que constantemente había varios porrones, regando de vino las secas gargantas de todos, sobrando, al final, “líquido’', ya que Ceferino Campo (panadero de La Hermida) jugó y perdió dos cántaras. Quedando todos satisfechos de la jornada vivida, en particular los “viejos” que, al aplaudir al Zurdo, lo hacían admirados de que su contemporáneo conserve tan maravilloso pulso.
Como remate a tan simpática fiesta, los de Bielva “echaron” una partido el lunes (día de la Santuca) en Potes, en la que tomó parte don José Parra (señor cura de Frama), quien, con sus setenta y tantos años, aún demostró la elegancia de su juego, siendo todos muy aplaudidos. NEL.
Diario Montañés 08-05-1955 |
INTERESANTE DESAFIÓ EN TRILLAYO
En Trillayo de Bedoya, Liébana, se celebrará, en la tarde de mañana domingo, un interesante desafío libre las parejas formadas por Francisco Sánchez (Quico el de Cobeña) y Moisés Gómez Monasterio y la de don Juan Alonso (señor cura de Tama) y el indiano mejicano Avelino Soberón Vega. Sobre el papel lleva una pequeña ventaja la pareja mixta española - mejicana, aunque esperamos que tanto Quico como Moisés sepan superarse y demostrar que en la bolera ”del rio” son invencibles. ¡Qué pena que no podamos presenciar tan interesante encuentro!
El desafío está concertado, como los buenos, a cinco puntos hechos. La expectación que hay para ver este encuentro es enorme. Como que allí estará presente todo el Concejo en masa y alguno más de los alrededores. ¡Ah! y como juez de caja y encargado de arreglar la bolera, “Pacón el de Trillayo”. NEL
El Diario Montañés 04-08-1956 |
Aclaración bolística
Desde Trillayo (Liébana) nos escribió nuestro buen amigo Moisés Gómez Monasterio, rogándonos le aclaremos ciertas dudas que, al parecer, tienen, él y sus convecinos, sobre los ganadores de los campeonatos nacionales. Puesto que así lo desea el amigo Moisés, vamos a publicar, en estas columnas de EL DIARIO MONTANES, una completa relación de los campeones de España, no sólo para “que se enteren los otros”, sino más bien para general conocimiento, ya que estos datos siempre gustan a los aficionados. Nos hacemos cargo de lo que sería vuestra “controversia" o discusión y nos parece veros rodeando la “alquitara” contemplando la salida del aguardiente, teniendo cuidado que lo destilase “hilo a hilo” y tomando, “sólo para probarlo”, tal cual “copuca” de vez en cuando.
En tal ambiente, es fácil comprender lo “acalorado” de la discusión, en la que todos se encontrarían con derecho a echar su cuarto a espadas no siendo de los últimos Pacón, que, además de estar en “su pueblo", tiene una bien ganada fama de “doctor en bolos”, y nada digamos de Mariano, Toribio, Paco Pardueles, a quien acompañaría su amigo Eugenio. En fin, que todos juntos la armaríais buena y no digáis nada si no apareció por allí Josefona con el mango de la escoba, con lo que hubiera resultado, que, por lo menos en aquel momento, la campeona era ella. Pero dejemos de divagar con estas “cosas de pueblo” y vayamos a lo que pedís.
LOS CAMPEONATOS DE ESPAÑA.
El primer campeonato de España se jugó en el año 1941, en Madrid, bolera del ¿Doctor? Sexto, y fue ganada con 544 por el actual campeón de España, Joaquín Salas. Por tanto, el coloso Salas es el primer campeón de bolos que tuvo España.
El segundo campeonato de España se jugó al año siguiente —3 de septiembre de 1942— en la plaza de toros de Santander, y le ganó Manolo Gándara, con la cifra de 596 bolos.
El tercero se celebró en el mismo sitio y en la misma fecha, plaza de toros, el 3 de septiembre de 1943, siendo Joaquín Salas quien lo conquistó, derribando 593 bolos.
El cuarto, se celebró en Madrid, el día 29 de octubre de 1944, y fue conseguido por Angel Maza, que hizo un total de 527 bolos.
El quinto, se celebró en pleno invierno y en la tierra de María Santísima, Sevilla, el 18 de diciembre de 1945, siendo Rogelio González, el “Zurdo de Bielva”, quien logró tal galardón, derribando un total de 542 bolos.
El sexto tuvo lugar en Gijón, año de 1946, siendo organizado por aquella Federación “fantasma”, que mereció el sobrenombre de Federación “quisolings”, sabemos que fue conquistado por Luciano Ruiz.
En el año 1947 no se disputó el campeonato de España.
El séptimo se celebró el 19 de agosto de 1948, en la bolera del Frente de Juventudes de Santander y fue ganado por Modesto Cabello, con 637 bolos, siendo, por tanto, este jugador el primero que pasó de los seiscientos bolos.
El octavo campeonato de España se disputó en Torrelavega, bolera de la Peña Bolística, el día 2 de septiembre de 1949, conquistándolo Rogelio González, “Zurdo de Bielva”, con 646 bolos.
El noveno se celebró en Santander, bolera del Frente de Juventudes, el día 3 de septiembre de 1950, ganándolo Ramiro González, “Chaval de Casar”, que hizo en aquella ocasión 630 bolos.
El décimo se jugó en Barcelona el día 23 de septiembre de 1951, y también fue conquistado por Ramiro González, que revalidó su título, con 658 bolos.
El undécimo se fue a jugar nada menos que a Cádiz, el día 7 de septiembre de 1952, con quistándolo Joaquín Salas, con la cifra de 618 bolos.
El duodécimo, se celebró en la bolera de la Real Sociedad de Tenis de Santander, el día 6 de septiembre de 19S3, siendo Ramiro González el ganador con 620 bolos.
Este mismo jugador, Ramiro González, ganaría al año siguiente, 1954, el día 22 de agosto tan preciado título, décimo-tercero de la serie, en la bolera del Bar Palacios, de Llanes con la cantidad de 631 bolos.
El decimocuarto también fue conseguido por Ramiro González, con lo que ostenta la marca de cinco veces campeón, el día 4 de septiembre de 1955, en la bolera de la Sniace de Torrelavega derribando la cifra de 638 bolos.
Y, por último, el décimo-quinto campeonato se celebró en el año actual, el día 2 de septiembre, en la bolera de la Sniace, de Torrelavega, siendo el ganador Joaquín Salas, que derribó un total de 631 bolos.
Estos datos, no “infalibles", lo son por tanto, salvo error u omisión. NEL
El Diario Montañés 15-09-1956 |
LA APUESTA FUE PORQUE UN DÍA……...
del pasado mes de agosto, el jugador Joaquín Salas ganó, en la bolera de Solvay (Barreda), el campeonato nacional de 1958. Estábamos en Tama en casa de Felipe Bulnes. Tama es la “capital” de Cillorigo y punto de reunión de muchos bolísticos. De su rancia solera bolística cabe decir que allÍ construyó a sus expensas nuestro pariente don Luis Cuevas nada menos que cuatro boleras juntas. En todas se jugaba, cuando la juventud no emigraba, los domingos, días de fiesta y por entre semana si cuadraba. Como primero decimos, la afición de ahora es más contemplativa. Pero se siguen muy de cerca las cosas de los bolos y sobre todo, se discute mucho. Mejor diríamos, se comenta.
Pues bien, en la mencionada reunión estaban, entre otros que sentimos no recordar —se dice así, ¿verdad?— Lino, el de Potes; Emilio Riaño, de Tama; Juanín el pescador de Aliezo; Paco, el de Trjllayo; Moisés, también de Trillayo; Esteban, el de Colio; los hijos de éste, Pepín y Ceferino; Angel, el molinero; Isidoro, el de Castro: Dosio el de Cobeña; Daniel Aza; el indiano de Trillavo, don Gabriel Gutiérrez; Sergio, el de Aliezo; Berto, el de Lallende; los hermanos Moisés, Ceferino y Valentín Agüero, de Cabañes; Amador, el de Colio; Miguel Terán; Pedro Soberón, y, como es natural, don Juan, el señor cura de Tama. Total, que para hacer el completo, sólo faltaban don Luis Cuevas y el prestigioso secretario don Gregorio González. Salió a colación el campeonato de España, y no sabemos cómo ni por quién, se dijo que Salas había embocado, al discutir la final, en la séptima mano. Que tira, que afloja, que si sí, que si no, metiéronme a mí por arte de birlibirloque convertido en juez de la cuestión.
Y DON JUAN GANO LA AFUESTA
Sin que esto tenga nada que ver con el drama del inmortal don José Zorrilla, diremos, mejor aún, afirmaremos que don Juan estaba en lo cierto. No damos los nombres de los desacertados por considerarlo poco elegante. No es nuestro lema, no lo fue nunca, ser leñadores del árbol caído. Afirmaba don Juan Alonso que Salas había embocado en la cuarta mano. Así fue. Empezaron la final Linares, con 461 bolos, y Salas, con 473. Doce a favor de Salas. Hizo Linares 11, (con una queda atrás de la cinta), 19 y 16, total 46. Salas derribó 11, 14 y 11 (con una queda), total 36.
Refiriéndonos a esta cuarta mano de la final, escribimos nosotros por aquella fecha en EL DIARIO MONTAÑES lo siguiente: Sólo dos bolos separaban en total (en aquel momento, cuarta tirada), a ambos finalistas, derribando de nuevo Linares, 15 y mandando, por tanto, a 13, a Salas. Habíamos visto antes cómo éste estaba un tanto nervioso intentando en el birle “cubrir” tirando al medio, pero fue al tiro y con esa seguridad que él tiene al pulgar, buscó el emboque lográndolo —sumó 25 bolos— entre los aplausos de los aficionados, y terminándose con ello virtualmente la final.
Como ampliación, añadiremos que al terminar la cuarta mano estaban empatados a 61 bolos, subsistiendo, por tanto la ventaja inicial de 12 bolos. Luego Linares hizo 15, 13, 12 y 13, total 114, que unidos a los anteriores, suma 575. Salas derribó 16, 11, 14 y 15, total 117. Más los 473 anteriores hacen la suma final de 590. Cifra con la que ganó el campeonato, con un promedio de 118 bolos por tirada,
¿Conformes, paisanucos?. Pues muchas gracias, y mientras no os metáis en mayores berenjenales, ya sabéis dónde me tenéis a vuestra disposición, al fin y al cabo aquella discusión fue motivo para uno enjaretar esta crónica. NEL
Diario Montañés 18-11-1958 |
EL DIA 19, LA COMPETICION DE TRILLAYO (LIEBANA)
Como ya publicamos, el día 19 dará comienzo, en Trillayo (Liébana), una competición bolística. Se discutirá una hermosa Copa que los vecinos han donado en homenaje del reverendo don José Gabriel Peña Gutiérrez, con motivo de su cantamisa. Es sólo para los lebaniegos o vecinos de Liébana.
Se jugará a tirada única —sin reenganche—y dará comienzo el día 19, durante todo el día, para continuar el 25 por la tarde, finalizando el dia 26. Huelga decir que de esto les tendré al corriente, pues se da el caso de que Trillayo es la —para mí— preciosa aldea en que vi la luz primera. Ahí y el homenajeado es hermano de aquel Daniel Peña que cuando estuvo cumpliendo el servicio militar en Santander, jugó varias competiciones haciendo pareja con el llorado Zurdo de Bielva. NEL
El Diario Montañés 05-03-1961 |
Todo preparado (en Trillayo) para la inauguración de la temporada
Que uno esté de vacaciones no quiere decir, ni mucho menos, que eche en olvido los bolos. Seguimos igual o con más fuerza. Por aquí, por Liébana, hace un sol de puro agosto, con una sequía que obliga a pensar en rogativas y todo. Ayer me encontré con un ganadero-labrador y me decía que no sabía lo que iba a hacer. No he empezado —añadía— ninguna labor; tengo los prados sin limpiar y las patatas y legumbres sin sembrar. ¿Para qué? Si con este calor no van a nacer, y los prados, si esto continúa, ya están segados. En fin, que si Dios no lo remedia viene la ruina para esta pobre gente ¡Aquí tiene materia de largo “Ruy de Silva”!.
UNA ALEGRIA: LA BOLERA DE TRILLAYO
Mis convecinos me proporcionaron una gran alegría. Tienen arreglada, dentro de lo que cabe, muy bien la bolera del pueblo. (Algún día habrá que solicitar ayuda a la Diputación para dotarla de las necesarias paredillas). La cercaron con unos maderos, viejas vigas, y la adecentaron para el gran acontecimiento. Ya saben que el próximo domingo, día 19, dará comienzo la discusión de esa monumental copa que los vecinos han donado en homenaje de don José Gabriel Peña Gutiérrez, con motivo de su cantamisa. La competición es individual, solo para los vecinos de Liébana o los lebaniegos, sin renganche y son días hábiles el domingo 19, el sábado 25, finalizando el domingo 26, por la tarde.
UNA TRISTEZA: LA BOLERA DE SAN MIGUEL
También en San Miguel de Bedoya, hay una gran bolera parecida a la de Puente San Miguel, con sus 25 metros de tiro y unos 15 de birle. Pues bien: en ella vi, no se lo pueden figurar, ¡ jugar al fútbol ¡.
Soy socio de tres clubs, encabezando con el Rácing (lo que desnivela mi sistema económico particular y me acredita como aficionado), digo, y repito, que la bolera es para jugar a los bolos. Una perogrullada que parecen olvidar.
Si los mozos, que son quienes de generación en generación, vienen heredando el mando de dicho corro, no quieren o no pueden evitarlo, apelamos a la autoridad de nuestro amigo don Francisco Pardueles Cuesta, presidente del Concejo de Bedoya, para que lo haga. ¡El fútbol en el campo y los bolos en la bolera!.
UN SALUDO DE BIENVENIDA, A DON AVELINO SOBERON,
UNIDO A UN RUEGO sé, aunque no he tenido ocasión de saludarle, que llegó de Méjico, donde reside, don Avelino Soberón Vega, conocido mecenas bolístico. Al darle, desde estas columnas de EL DIARIO MONTAÑES, la más cordial bienvenida, y, abusando un poco, de la amistad que nos une, le pido “mande” un juego de bolos para la bolera de San Miguel. No será el primero v quiera Dios que no sea el último. ¡Vaya todo en memoria de tantas partidas como en ella jugó y ganó!. Teniendo bolos no jugarán al fútbol. NEL
El Diario Montañés 16-03-1961 |
Preparativos para un trofeo en Trillayo
La primera del año mi pueblo. Sí, en Trillayo. Hace años intenté formar, en la pequeña y escondida aldea donde vi la luz primera, una Peña Bolística. Fracasé rotundamente. Fue un desengaño más de tantos como hay que sufrir en “este pícaro mundo”. Liébana estaba entonces en pleno letargo bolístico.
Acabo de pasar allí un par de días. Me dieron una gran satisfacción al pedir mi colaboración para una competición que están proyectando. Va a ser buena. TODA UNA GRAN COPA, en conmemoración y como homenaje a don José Gabriel Peña Gutiérrez, vecino de Trillayo, que el próximo día 30 de marzo cantará su primera misa, se celebrará una competición en la que pueden participar todos los lebaniego» o vecinos de Liébana.
La Copa, una estupendísima Copa, será expuesta dentro de breves días en el comercio de don Pedro Soberón, de Potes, y las condiciones de juego serán las siguientes: A estilo de concurso, individual y sin reenganche. Esta Copa se disputará en la bolera de Trillayo, los días 10, domingo, durante todo el día; 25, sábado, por la tarde, y 26, domingo de marzo, en que se dará por terminado. Habrá un jurado cuyo fallo será inapelable, y quién más haga, campeón. NEL
El Diario Montañés 05-05-1961 |
CEFERINO ROIZ (DE COLIO) GANÓ LA COPA DE TRILLAYO
Para que vean los malintencionados—que sí que los hay— que, aunque sea mi pueblo no “sale” primero, diremos que hace días terminó el Concurso de Trillayo, donde se discutía una gran copa, donada por los vecinos como homenaje a don José Gabriel Peña Gutiérrez con motivo de su cantamisa. Durante varias jornadas la bolera “del río” se vio muy animada, desfilando por ella los mejores jugadores de la región.
Se “dieron” grandes boladas de esas que firmaría cualquier “coloso”, incluso Ramiro, pero no me ajustaría a la verdad si no consignara que, en Liébana, siguen igual: con tiro de críos. Con decir que en aquella misma bolera —y no creo que haya estirado— cuando los de mi promoción nos queríamos “hacer” hombres sin serlo, teníamos que jugar como mínimo de tiros más largos que el último de este certamen. Huelgan los comentarios; sólo añadiré que “aquello” lo mandaban Paco y Moisés, quienes por aquel entonces jugaban y ganaban muchos concursos. Y como donde hubo siempre queda, Moisés, con 52 años, y Paco con 70, aún se plantaron en los 110 y 108 ¿Qué tal?.
El trofeo lo ganó Ceferino Roiz, hijo y hermano de jugadores, con 138 bolos. Jugó bien y sacó en la cuarta mano un emboque que entró como una exhalación. Gran jugada la suya que fue muy aplaudida. Luego, don José Antonio Cavada, reverendo señor cura párroco del pueblo, le hizo entrega del trofeo. Los demás jugaron así: Santos Gómez, de Toranzo, 126 bolos; Onésimo González, 125; Pedro Celis, de Colio 119; Jesús Villanueva, de Perrozo, 116; Javier Gómez, de Trillayo, 116; Castor González, de Cobeña, 114; Nicolás Soberón, de Pumareña, 113; David Agüeros, de Cabañes, 111; Moisés Gómez, de Trillayo 110; Rosendo Verdeja, de Trillayo, 110; Sein, de Potes. 110; Florentino Fernández 110; Francisco Sebrango, 109; José María Martinez, 109; Francisco Gutiérrez, de Trillayo 108: Gregorio Fuente, de Salarzón, 106; Carlos Agüeros, de Cabañes, 102; Julián Agüeros, 101; Adolfo Gómez, de Salarzón, 100; Pedro Baizan, 100; Daniel Peña, de Toranzo, 98; Vicente Soberón, de Pumareña 97; Lucas Gómez, de Trillayo, 97; Jesús González, 93; Rodolfo Gómez, de Tama, 92; P. Gómez, 87; Chuchi Casares, de Trillayo, 85; Celestino Cuevas, de Pumareña, 82; José Gómez, 79; Delfín Casares 71; Marianín Soberón, 63 y Miguel Bustamante, de Castro, 55. ¿Debo aclarar que estos últimos fueron hecho a bolos?. NEL
El Diario Montañés 04-09-1961 |
|
|