La cuadrilla 103 se reunió en Tama para ir a cazar a Margaperas, un lote pequeño y alargado que está por la zona de Pesaguero y sube hasta el límite de la provincia de Palencia.

Bonito día el que amaneció en Liébana con cielos despejados, viento sur, y una agradable temperatura.

“Estuvimos viendo el lote y no se ve muy revueltu, pero igual entraron estos días. Vamos a echar lo primero la zona alta del lote”, les avisaba Chanchel, el jefe de la cuadrilla.

Una vez colocados los puestos, entraron los monteros y enseguida se dieron cuenta que los jabalís no andaban por allí. “Hoy no cogen demandas, no hay nada……”, se oía por la emisora.

Estuvieron más de dos horas y recorrieron toda la franja con inútil y baldío resultado. Ni un ladrido, ni, por consiguiente, ningún disparo.

Arriba el viento sur soplaba con fuerza y “aquí hoy no perdemos ningunu la chaqueta……”, porque el viento era frío, o por lo menos esa era la sensación.

A las 12 Chanchel manda cambiar los puestos y se echa la zona baja, partiendo desde Pesaguero hasta la Cadena y Avellanedo. “A ver si los dejamos atrás….”. Pero no, no estaban atrás ni adelante, ni arriba, ni abajo. Hoy en el lote de Margaperas no había ningún jabalí. “Por lo menos pude comer tranquilamente el bocadillu”, decía Nel.

Así que a las cuatro de la tarde, el jefe de la cuadrilla mandó recoger los perros y bajarse todos del monte. Los ánimos y las euforias entre los cazadores no eran precisamente muy altos. Entre la ausencia de jabalís y los problemas sanitarios actuales que estamos padeciendo, alguno se planteaba si no sería mejor dejar de cazar. No está la cosa muy clara.